La Huelga del 54

Longino Becerra, en su libro «Evolución Histórica de Honduras» (2005) nos relata como sucedió la famosa huelga del 54.

Pero antes, es necesario tener en cuenta que las compañías bananeras de origen estadounidense establecidas en la Costa Norte de Honduras tenían una enorme influencia económica y política en este país. Tanto que llegaron a colocar y sobornar presidentes. Se dice que los presidentes Tiburcio Carías Andino y Juan Manuel Gálvez eran marionetas de los intereses de estas compañías.

Longino Becerra dice:

Sus orígenes [de la huelga] fueron aparentemente fortuitos, pero en realidad, estaban conectados con la crisis estructural predominante en el país y la necesidad de introducir reformas económicas, políticas y sociales. La chispa de la huelga fue un conflicto laboral surgido a mediados del mes de Abril en el muelle de Tela. Resulta que varios trabajadores cargaron varios barcos durante la Semana Santa, desde el miércoles 14 hasta el sábado 17. Como no acabaron con la fruta les fue necesario trabajar el domingo 18. La United Fruit Company interpretando a su antojo el decreto No. 96, del 4 de marzo de 1949, pagó doble los días feriado de Semana Santa, pero únicamente reconoció día y medio por el domingo 18. Los estibadores, en vista de tal arbitrariedad, no cobraron sus cheques y amenazaron con una huelga el día 24…

Estos reclamos pronto evolucionaron hacia una demanda de aumento salarial del 50% y se formó un Comité Central de Huelga (CCH) con representantes de los distintos distritos de la United: Tela, Cortés, El Progreso, La Lima y Bataan.

Con el fin de doblegar a los trabajadores, la United optó por dos estrategias: desgastar la resistencia de los trabajadores por medio de la prolongación de la huelga, y dividirlos mediante intrigas.

Fue la segunda la estrategia más exitosa.

En la ciudad de La Lima, el señor Manuel de Jesús Valencia logró crear enemistad del Consejo Local contra el CCH, acusando a César Augusto Coto, delegado de éste, de ser «comunista».

El 9 de julio, después de 66 días, terminó la huelga al firmarse un convenio con exiguas concesiones a los trabajadores, basadas en la oferta del 1 de julio, es decir, un incremento salarial de L 0.10 por hora y una gratificación de L 40.00 para los trabajadores que se reincorporaran de inmediato a sus labores. El hambre, la represión policial, las intrigas y la traición lograron, por fin, quebrantar la voluntad de lucha de los obreros. Sin embargo, si bien no obtuvieron de inmediato lo que se proponían, con su acción cambiaron el curso de la historia hondureña. El movimiento obrero fue legalizado, se emitieron nuevas leyes de carácter social, y sobre todo, a raíz de la huelga surgió la posibilidad de un cambio en el esquema de las clases sociales…

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